Mamá nos ha regalado momentos únicos que por más sencillos que parezcan, son los que más saben a felicidad y por los que volvemos a casa sin importar la edad que tengamos. Recordemos algunos de esos momentos inolvidables.
Su paciencia y enseñanza
Mamá, que todo lo puede, supo regalarnos su paciencia y buen humor ¡Cómo olvidar el avioncito en forma de cubierto que transportaba comida y que terminaba en nuestro paladar, entre risas y cariños, cuando no queríamos comer! ¡O cuando no nos abrigábamos como nos indicaba y corría por su tecito con miel y limón para curarnos! Ella es única.
Cariños de cocina
No importa la hora que sea, de donde vengas o lo hambriento que estés; mamá siempre se las ingeniará para dejarte un plato de comida caliente en la mesa. O la lonchera lista con alguna fruta o postrecito, para que sigas saliendo adelante y estés más llenito. Nadie mejor que ella para alegrarnos con nuestra comida preferida en el momento preciso, ¿no?
Tu cómplice, hoy, mañana y siempre
Nadie como mamá para detectar esos repentinos cambios de humor, para levantarte y avanzar. Las trasnochadas por algún trabajo universitario se hacían más ligeras con su compañía. Y cómo no recordar esos secretitos y escapadas divertidas que hasta hoy se regala.
La oportunidad de sorprenderla
Por esto y otras tantas muestras de afecto infinito, este segundo domingo de mayo y todos los días del año quiérela, engríela, cuídala, sorpréndela y demuéstrale que eres su mejor regalo. ¡Abrasa el amor y la felicidad toda la vida junto a mamá! ¡Feliz Día de la Madre les desea Pardos Chicken!